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martes, 16 de julio de 2013

Cualquiera puede ser artista. SUPER FÁCIL.


A los españoles nos resultan fácilmente reconocibles las ceras MANLEY (sí, esas de caja azul). ¿Quién no ha pintado en su más tierna infancia con ellas? ¿Quién no puso perdido su babi... y manos y cara, o les dio un mordisco para averiguar cómo sabían? ¿Quién no ha vivido la desesperación maternal por tales "desastres infantiles"?































Pues esas ceras, sin necesidad de estrategias de marketing, continúan en el mercado tan frescas y pringosas como siempre. Es más, tienen una viveza en sus colores que para sí querrían otras ceras más profesionales. Y los surtidos son los mismos que hace veinte años: cajas de 6, 10, 15, 24 y 75 colores.




Lo cierto es que tienen tres ventajas fundamentales:

  • son baratas, 
  • tienen colores muy vivos 
  • se mezclan estupendamente. 


Parece que me han pagado para publicitarlas, ¿verdad? Pues no, es que estoy MUY satisfecha con mi caja de ceras de 15 colores. Con ella y mis manitas...  Estoy actualmente experimentando, podéis ver algunos resultados en la etiqueta "In progress". Creo que la técnica tiene posibilidades dentro de un ámbito profesional creativo.

Llevo varios años usándolas como profesora con mis alumnos de secundaria; les pido que expresen emociones mediante composiciones abstractas haciendo mezclas. He visualizado creo que miles de ejercicios, algunos de ellos me gustaron muchísimo. Así que en 2011 me lancé yo misma a explorar.


Hace unos días las retomé, he descubierto que tienen una gran versatilidad. Así que a continuación voy a exponer algunas cuestiones prácticas por si alguien quiere probar. Aviso: la técnica es tan fácil que hace real la frase de Joseph Beuys: "Cualquiera puede ser artista". Así que te animo, lector, a que las uses, podrían constituir una buena forma de empezar a practicar la pintura.








Proceso:





En primer lugar he retirado la vitela a todas las barritas así que, aunque me mancho más las manos, puedo usarlas de forma integral: a modo de lápiz o en plano.
    En segundo lugar protejo los márgenes de la cartulina con cinta de pintor (es una cinta de papel de color crudo). Esto me permite al tiempo sujetar la lámina a la mesa o superficie de dibujo.



En tercer lugar desarrollo la composición: aplico las barritas haciendo mezclas, difuminando o no, al gusto. Puedo incorporar antes o al tiempo otras técnicas: témperas, rotuladores, plumilla...


En cuarto lugar, una vez que he acabado, retiro la máscara de los márgenes, trazo con lápiz los bordes de la composición, retiro las rebabas que se producen al pasar el lápiz y rotulo las líneas en negro.










De manera más concreta, utilizo los siguientes procedimientos:




Difuminado.
    • Estas ceras son muy pringosas, lo que permite un intenso difuminado. Yo lo hago con los dedos, para dejar que la materia grasa se vaya acumulando en el soporte. 
    • Cuando quiero lograr un difuminado sin marcas, aplico primero cera blanca en abundancia y la difumino, de forma que el papel quede cubierto por una ligera capa grasa y tenga menos agarre para los colores que aplique posteriormente.






    Frotado de la barrita en plano.
    • Aplicando sobre el papel directamente, genera una textura gruesa que resiste el difuminado. 
    • Otras veces aplico el frotado sobre zonas ya trabajadas, para aportar textura superficial y profundidad a la mancha.



    Enmascarado.
    • Corto cinta de pintor en trocitos o en tiras y las pego sobre el papel limpio o ya pintado. Coloreo estos trocitos generando halos a su alrededor al difuminar con los dedos y luego los despego y los re-ubico en la composición. 
    • En otras ocasiones froto sólo los trocitos y no los difumino, potenciando su textura rugosa. 
    • Y algunas veces utilizo restos de cinta de trabajos anteriores, colocándolos en la composición de forma muy contrastada.





    Dibujo.
    • Con la punta de las barritas, trazo líneas suaves o más fuertes. Lo hago para generar siluetas y también para crear texturas "peinadas".






    La técnica tiene algunos inconvenientes, que resuelvo de la siguiente manera:




    El carácter blando y pringoso
    de las ceras MANLEY es, al tiempo que su gran ventaja, un importante inconveniente. Las manos se ponen perdidas llenando el papel de huellas y las pequeñas virutas que se forman al pintar manchan fácilmente los márgenes y la parte trasera del soporte. Tengo siempre cerca de mí un rollo de papel de cocina. De este  modo me limpio de forma casi automática cada vez que lo necesite.







    Cuando he terminado de pintar y quiero levantar la máscara de los márgenes, me encuentro con que se ha pegado demasiado y rasga la cartulina. Para que esto no suceda, antes de aplicar la cinta, froto someramente la zona adhesiva con cera blanca... de este modo la cinta tendrá menos adherencia y se separará fácilmente al final del trabajo.





    Al dibujar los bordes con lápiz, se levantan virutas, las limpio con un pincel de abanico y borro con goma las pequeñas manchas.  Entonces es cuando los rotulo.









    Sitúo el trabajo entre dos papeles encerados y lo paso por el tórculo de grabado. Con esto logro aplastar todas las virutas y asentar los trocitos la cinta de pintor que he aplicado dentro de la composición. Si no tengo tórculo ni papeles encerados, puedo hacer lo mismo con acetatos y una cuchara.








    Por último, almaceno mi trabajo protegido con un papel vegetal. Así evito que la zona coloreada manche otras cartulinas.









    Materiales:

    - Caja de ceras MANLEY de 15 colores.

    - Cartulinas: Basik de 300g/m2 o bien cartulina Iris normal y corriente. Es importante que tengan cierto granulado sin llegar a la textura gruesa o porosa del papel de acuarela (o de croquis).

    - Cinta de pintor (hay varias anchuras), se compra en los bazares.

    - Papel de cocina.

    - Dos acetatos y cuchara sopera para asentar la pintura cuando esté acabada.

    - Papel vegetal para proteger la zona coloreada.

    - Lápiz 4B, rotulador negro, goma de borrar, regla y pincel de abanico, para rotular las líneas y limpiar los márgenes.




    2 comentarios:

    1. ¡Impresionante!

      Me ha encantado... pero yo soy incapaz, ja, ja, ja.

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    2. Hola!!! Acabo de descubrir este blog buscando información sobre las ceras. No se si despues de 8 años se me leerá. Pero bueno...
      Hace pocos días mi chico me trajo a casa una cajita de 15 colores y estoy entusiasmada! He realizado ya unos cuantos dibujos y son realmente divertidas de utilizar. Estoy a ver si consigo la caja grande con todos los colores. La de 75 al parecer está descatalogada. :( Lo bueno es que venden los colores por separado y son realmente baratos. Yo he estado probando con varios tipos de papel. Como dices tu, que tenga un poco de grano. Si es muy liso enseguida se satura el papel y no acepta más capas. Para difuminar utilizo tambien una servilleta o incluso un difumino. Realmente estoy flipando. De pequeña siempre he pintado y coloreado. Retomé el dibujo a los 43 y llevo 2 años de un no parar a pintar. Me lo paso pipa. Lo que me gusta mucho es experimentar. No sé como he llegado a lo de las ceras, creo que buscando información de los pasteles al óleo. Pero ya te digo que me está encantando. Yo animaría a la gente que se quiera adentrar a la pintura, que pruebe con las ceras, porque es un medio que es muy barato y se aprenden bastantes cosas. Tiene su "intringulis" como lo puede tener el oleo, la acuarela o incluso los lápices de colores. Cada cosa requiere una técnica distinta. Pero el hecho de probar y experimentar y ver que se puede conseguir es muy gratificante.
      Muchas gracias Lola!!

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    Te agradezco tu aportación.